Fue una verdadera lastima que nuestra estancia coincidiera con un grupo de unas 8 personas que se creían en la obligación de animar continuamente a todo el camping con música trap, reggaeton, etc. A pesar de pedirles hasta en tres ocasiones que bajaran un poco el volumen nos replicaron que todavía no eran las 22 de la noche, así que no entendían pq debían hacerlo, la dirección del establecimiento debería recomendar a sus clientes que fueran respetuosos con las otras personas con las que conviven. Íbamos a quedarnos una semana y aguantamos "solo" 5 horas de reggaeton. Unha magoa....